lunes, 19 de enero de 2015

Acrósticos... juguemos.


Y esto es lo que propuse en otra de las clases... Con los nombres propios y... ¡Oh, qué idea! Escribid también uno con la palabra IKUST ALAIA (a ver qué se os ocurre para salvar esa "k").



Estar en el monte me hizo
ser más consciente de sentir(me) centrada.
Tener la mente y las percepciones atentas.
Hacer y deshacer el hilo del pensamiento,
expandir el vacío (nada) creado y
rebosar de optimismo.

Esther

Invasor de mi vida y mi sosiego.
Kamikaze del amor que matas sin espada
utilizando tan solo la caricia.
Susurras en mi oído y presagio tormenta.
Tanteas con tus manos
alcanzando la cima.
Locos de lujuria, nos encontramos de nuevo.
Aciago fue el día en que te di mi alma, pero
inmensa fue mi dicha de saberme tuya
a pesar de morir con cada beso.

Ana

Imagen y belleza
Karmele
Usabiaga,
serena y a veces nostálgica,
tirana y cándida,
amanece un día sin
lugar a equivocaciones.
Amiga y querida,
ilusión no me faltará,
así te lo demuestro.

Mª Jesús

Ignoraba por qué no se sentía bien.
Kilos de más redondeaban mi cintura,
ulcerándome el cuerpo.
Solo pensaba en volver a sonreír,
tomando alguna decisión que le acercara
a esa felicidad esquiva.
Lamentablemente su facilidad para
angustiarse lo complicaba todo.
Ilusa de ella, pensaba que la
amaría sin condiciones.

Junkal.

5 comentarios:

  1. La última vez que te vi,
    anduve perdido a plena luz.
    Nunca vacié tanto mi alma.
    Después cogí los pedazos de sueño,
    entretejí con ellos una tela de araña,
    rasgué lo que había más alla de tu nombre.

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    1. ¡Bien, Lander!
      Como buen apuntador y pinche, no podía faltar tu acróstico.
      Gracias por compartirlo.

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  2. Si alguien quiere saber algo más de este humilde estudiante:
    http://palabrastechnicolor.blogspot.com.es/2014/12/el-caballero-de-shallott.html?m=1

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  3. "No hay espectáculo más hermoso, que la mirada de un niño que lee" Gunther Grass.
    Pero qué lee. ¡Aquello que embelesa, que le indican? ¿Qué, concretamente?
    ¡La Cenicienta¡ ¡Heidi¡¡Corazón¡ ¡De brumete a almirante¡¡Un capitán de 15 años¡¡Sissi y el Danubio azul¡¡Alicia en el país de las maravillas¡¡Yo soy español¡¡Niños en las juventudes hitlerianas¡¡El niño del tambor de hojalata¡¡Lisa¡¡La casa vacía¡¡Diario de Ana Frank¡(Un brote del castaño que veía desde la ventana del ático, nace en el jardín del Palacete de Aiete)
    Por los ojos le meten al niño "Yo soy español", desdeñando la otra mitad del libro, no escrito. El niño se lo cree. Es su credo, su alimento. El niño nazi se entusiasma; ríe, corre, se alegra de lo que le rodea. Su mano alzada; el carnet; su emblema, recibido de manos del mejor orador de la patria. La carita del niño metida entre las páginas, hace sonreir su semblante, a quien lo contempla. Pero la Naturaleza sabia, crece al niño, que o bien se desintoxica como le sucedió a Gunther Grass, que reconoció su pasado de niño en la época de mayoría, o bien puede no distinguir después de la tormenta, entre los rayos la exuberancia del arco iris.

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