sábado, 24 de enero de 2015

¿Y si contamos lo "no vivido"?

En abril del 2014 se nos fue mucho más que un Nobel,
dejándonos su realismo mágico tatuado en la piel.
Hasta siempre en nuestra Biblioteca, Maestro Gabo.

Imaginad que a partir de la biografía de varios autores archiconocidos tenéis que contar una historia sin saber quién es quién, ni de qué irá su vida, ni nada, absolutamente nada más. 

¿Os inventaríais un capítulo a partir de una sola frase anónima? 

He aquí unos ejemplos:

**Por Junkal.

Mi madre me pidió que la acompañara a vender la casa. Entonces no supe ver el cambio que eso supondría en mi vida. 
Nos mudamos a un pueblo costero, con pocos habitantes que al principio nos miraban recelosos. No podía creer que mis padres tomaran semejante decisión sin consultarme. Sentía que jamás los perdonaría. En aquel momento no fui consciente que de mi mayor desesperación surgiría mi mayor alegría.

Mis días se tornaron grises, angustiosos y tremendamente solitarios. Mi vida se derrumbaba ante mis ojos sin que pudiera hacer nada para evitarlo. Me refugié en los libros y aunque al principio no conseguía concentrarme, poco a poco, la lectura, que hasta entonces no me atraía demasiado, resultó ser una válvula de escape.

Como no tenía ningún amigo con quien desahogarme, plasmaba mis sentimientos en una especie de diario y poco a poco, empecé a sentirme como el drogadicto ávido de su dosis. No podía parar. Escribía y escribía. 

Aunque era lo único que me apetecía hacer, yo misma me obligaba a salir de vez en cuando y era maravilloso comprobar lo que el mundo me ofrecía y así darle forma en el papel. 

Mi mente se expandió y las palabras salían de mí en un torrente de imaginación. Todo en mí cambió. De ser una joven malhumorada, pasé a ser una persona alegre y llena de energía.

Gracias a esas experiencias de la juventud, me convertí en una escritora reconocida y galardonada. He ayudado a muchas personas a comprender que la vida nos da maravillosos regalos, aunque el envoltorio no nos guste.

-------------------------------------------------------------------------

**Por Ana.

No falta drama en mi vida, me sobra material de circo para escribir. 
Siempre supe que la existencia era una broma pesada. Dios no fue benévolo conmigo, pues no pasaba un año seguido sin que me asolara una desgracia. La única manera de sobrevivir a tantas penas, fue creer que todo era una ilusión. Un gran teatro en el que me tocó hacer de personaje triste.

Oí muchas voces que me dijeron que era un hombre muy fuerte, también hubo quien me llamó insensible, pero no soy ni lo uno ni lo otro; tan solo soy un náufrago que va a la deriva buscando tierra firme braceando hasta ella porque intento salvarme. 
Acaso, ¿no hacemos todos nosotros lo mismo?

Pero algo he aprendido que tan solo lo breve tiene importancia. Ese instante que pasa y que apenas deja rastro.

Ahora, mi memoria no alcanza más que para recordar las risas, las tardes de sol, la conversación amable, el enamoramiento adolescente y la pasión por una mujer que me dio tanto, que ya nunca más fui capaz de amar a otra.

Tan solo recuerdo todo lo que me hizo feliz que, por desgracia, no fue mucho. Pero a base de rememorar mis días dichosos una y otra vez, los hago grandes. 

En estos momentos, en que sé que estoy llegando al final del camino, llevo una existencia solitaria y apacible. Lleno mis horas escribiendo mi autobiografía. La mitad de los lectores se creerán mi historia y la otra mitad, seguramente no. 
Y todos estarán en lo cierto.

--------------------------------------------------------------------------------------

¿Alguien se atrevería a decir a quién pertenece esta primera frase? 
Si no lo sabéis, leed, leed... 

5 comentarios:

  1. Nuestro amor es comparable al mar,
    a ese mar que salpica senderos perdidos
    como el amor recorre rincones oscuros
    entre soledades.

    ResponderEliminar
  2. Anoche cuando dormía soñé ¡bendita ilusión¡
    que una fontana fluía dentro de mi corazón.
    Di porqué acequia escondida
    vienes hasta mi.
    Manantial de nueva vida
    en donde nunca bebi.
    Anoche cuando dormía soñé ¡bendita ilusión¡
    que una colmena tenía dentro de mi corazón.
    Y las doradas abejas iban fabricando en el
    con las amarguras viejas
    blanca cera y dulce miel.
    Anoche cuando dormía soñé ¡bendita ilusión¡
    que un radiante sol lucía dentro de mi corazón.
    Era radiante porque daba colores de rojo hogar,
    y era sol porque alumbraba y hacia llorar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anoche cuando dormía soñé ¡bendita ilusion¡
      que era Dios lo que tenía dentro de mi corazón.
      SOLEDADES ANTONIO MACHADO

      Eliminar
    2. Me dio la impresión que conocía a la autora. Asentó más los ojos en esta portada, que en la de los otros cuatro, llevados de mostrario. La conocía si, pero ¡qué equivocado estaba mi sentido¡ Su actitud de ir a buscarlos a casa, me habría evitado, llegar con los dedos marcados por las bolsas de tela, y de no pensar al paso del contenedor azul, que mi devoción bien podía no ser, para cogerlos y lanzarlos olímpicamente al vacío. Me agradó que se sorprendiera que estuvieran de tan buen ver.
      "Hay algunos que les gusta leer, pero no los cuidan ",comentó. Sacó un "yunque " y se lo mostró a su recien presentado hermano como si estuviera al rojo vivo. " Se lo regalaré a mi compañera ". Ahí me dio ya cierta sensación. Pero la segunda y última entrega, remató ya la percepción. " ¿No te lo quieres llevar? " " ¡Regálalo¡ " "¡ Es que es muy triste¡ ¿Verdad que es muy triste? " Se lo mostró a su homólogo argentino. El pronunció la afirmación leve, indiferente. La imagen mitológica impacta. Un buitre, decrépito, achacoso, afilado, con la cara humana. " Lo regalaré a Cáritas y este también. Tengo varios y ya no gusta tanto ahora " Tales evidencias, me hicieron percibir, que no conocía a la sexóloga Hite por su carrera, que el libro era por el idioma alemán, que le afectó Norman Cohn por el "Mito de la conspiración judío mundial ", y por Leon Uris, comprendí que quien me estaba comprando los libros era judía-argentina. El otro compatriota, me pidió a Coelho y a María Dueñas. Pude con él, pero no con "El tiempo entre costuaras ". Ambas líneas humanas me las prestaron. Aconteció en octubre de2012.

      Eliminar
    3. ¡Fantástico Machado! Y geniales las aportaciones.
      Gracias Alazne e Isabel.
      Bueno que sigáis este blog, ¡gracias!

      Eliminar

Si te apetece dejarnos un comentario, estaremos encantados de leer-te.
¡Gracias!